domingo, 20 de octubre de 2024

 

Teatro en Cazorla

Desde la butaca

“Poncia”

David Gómez Frías

Marco: Festival de Teatro de Cazorla. Ciclo: Sala. Fecha: 18 de octubre de 2024. Escenario: Teatro de La Merced. Obra: “Poncia”. Reparto: Lolita Flores. Autor y director: Luis Luque. Producción: Teatro Español y Pentación Espectáculos.

“Me callé, nos callamos, hasta hoy”, dice Poncia al inicio de su momento estelar. Todo lo demás ha sido silencio hasta que se da por llegado el momento en el que la boca no puede callar más, hasta que rompe el alma su condición de callada y rasga el hermético pecho para liberar las palabras, hasta que un grito desgarra las ventanas y rompe la hermética casa donde enmudecen tantos secretos. Ya no puede haber más silencio en la garganta de quien no debe hablar, de quien no debería si quiera conocer los secretos de la sangre, del amor o del odio, pero Poncia lo sabe todo. Ese es el tormento de una mujer fuerte, una mujer que ha visto la sangre joven desperdiciada, el amor joven y poderoso como el viento caer herido de muerte por la envidia, el odio viejo enquistarse en los corazones. Ya no puede haber silencio entre las paredes y las ventanas de la casa. Bernarda impone el luto de la vergüenza a las hijas que viven. La muerta, Adela, es ya ceniza y hay que callarla para que no vuele por las calles la vergüenza. Hay que dar muerte a Pepe “el Romano” aunque el plomo no le alcance, para callar la vergüenza. Y no ha de haber lágrimas, evitar el llanto es callarlo, silenciar la pena. Pero Poncia no puede callar, ella es ese conflicto que retuerce y enlaza el silencio con la palabra. Cómo callar el trino de un pájaro joven, cómo silenciar el odio que empuja al suicidio, cómo no aventar los secretos de las almas sucios por la envidia y la venganza. Poncia no puede someter las palabras y contenerlas en el interior de la casa, porque le hierven como un desgarro en el armazón del pecho, le supuran y suplican abrir los barrotes impuestos. Las palabras deben salir para liberar el alma o romperla definitivamente. Nunca el silencio ha sido un alivio para el pecho que no cicatriza. Este ha sido el contexto que nos han traído a Cazorla esta  ”Poncia” de Lolita Flores y Luis Luque. Un argumento que pudiera firmar el mismo Federico García Lorca si en su silencio de tumba ausente pudiera liberar las palabras. Y en este contexto, con este argumento, Lolita es una estrella oscura que lo ilumina todo. De ella emerge la voz, en su pecho se rasga la verdad de la palabra, su alma es ese pergamino que ya no callará por los tiempos de los tiempos. Este maravilloso ejercicio de interpretación es ya un bullicio permanente que siembra en la memoria de los amantes teatrales la razón, la pasión por este arte de la escena. Lolita Flores, en esta Poncia, solicita y se le concede el sello de lo eterno, conmovedor y apasionado que tiene la interpretación, la vida de su personaje. Mas es de rigor sentir admiración por el texto que da la voz y la vida a Poncia. Luis Luque pone en Lolita un espíritu que necesita abrirse el pecho para que entre el aire o salgan las palabras. Esta unión, de Lolita Flores y Luis Luque, se convierte en asombro y admiración para quienes hemos tenido y tendrán la suerte de ocupar una butaca del teatro, cuando Poncia abra la boca para no volver a dejar el alma en silencio. Podemos añadir, como un ingrediente tan valioso como el personaje, la intérprete, el autor y director, la poética presencia de la luz y su escenografía. Un conjunto íntegro, un regalo para el público, para la memoria de Lorca y para el arte del teatro.

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