jueves, 9 de diciembre de 2021


 

Desde la butaca “Malditas plumas”

David Gómez Frías 

Marco: Festival Internacional de Teatro de Cazorla. Ciclo: Sala. Fecha: 4 de diciembre de 2021. Escenario: Teatro de La Merced. Obra: “Malditas plumas.”. Autoría, Dirección e Interpretación: Sol Picó. Dirección y composición musical: Aurora Bouzá, Pere Jou (Teleman Rec.).

A qué verdad nos enfrentamos cuando los sueños personales encuentran obstáculos surgidos de la falta de empatía humana. La burla se convierte en un juicio extremadamente destructivo que empuja a los soñadores a doblar las rodillas y rendirse, o a luchar por encima de realidades que se muestran contrarias a los objetivos que contienen nuestros sueños. Esta es la primera lectura que el público puede sacar de la exposición emotiva que supone asistir al espectáculo de danza “Malditas plumas”. Una primera lectura que asocia las vivencias de un  sueño particular con el argumento general de los sueños que nos hacen caminar hacia delante. La sociedad se encargará de marcar los límites, de subrayar los infinitos porqués que retumbarán en los huecos oscuros de nuestras voces interiores. Sol Picó, desde el enjambre de su vocabulario corporal, narra la lucha individual, describe el factor de superación por el que alguien decide quedarse y ser nadie, o sentir el dolor físico y sentimental de quien opta por no rendirse y hacer florecer su sueño. Es esta una primera lectura que nos acerca al tormento interior por el que un cuerpo es empujado por el alma de quien siente la danza y busca, sobre su cuerpo, la belleza de los cuerpos que se mueven para contar historias. Una segunda lectura nos lleva a reconocer, en la historia de su protagonista, la verdad intrínseca de quien ha madurado saboreando lo bello y visualmente tangible del movimiento. Entonces se llega al momento en el que el cuerpo se convierte en sabiduría de movimientos. El cuerpo traduce la exposición del alma que recorre los contenidos de la danza que se sustentan en los más bellos ejemplos de las estrellas inolvidables del arte del Cabaret y la Revista. Y Sol Picó tiene ese brillo del conocimiento, su cuerpo se rige por los dictados de la experiencia y toca el alma del público con ramilletes de un lenguaje corporal cercano y sofisticado. La tercera lectura asume la presencia de lo decadente. La estrella que alcanzó su brillo contra el pronóstico general de contradicción cede, la edad y la fuerza vital anuncian su abandono, ante la inquebrantable posición del tiempo. Se coquetea con la muerte, se abraza la posibilidad del miedo, la juventud se transforma en temblor cuando la luz de la estrella amenaza con hacerse lejana. La espalda ya no soporta el liviano peso espectacular de las plumas, “Malditas plumas” que fueron argumento de un sueño y son, arrinconadas en la degradación, un estandarte de la memoria gloriosa, herida ya y decadente. Pero, en el caso de analizar simplemente un espectáculo de danza, podemos tratar este trabajo de Sol Picó como un enjambre de emociones. “Malditas plumas” nos lleva a la dulzura del cuerpo que habla, nos cuenta desde la simpatía una manera de amar la danza que supera los límites de la edad marcada por el paso del tiempo, nos alcanza en nuestras butacas con satírica frescura y nos dice que en el lenguaje de los cuerpos que cuentan historias también hay espacio para la risa. “Malditas plumas” es un caprichoso ejercicio del movimiento que altera el cómodo bienestar del público. Sol Picó, su cuerpo, su experiencia, se convierte en la alquimista capaz de traducir y dictar la longitud de un alma que se mueve. Es en ese movimiento donde Sol Picó encuentra su premio.

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