sábado, 27 de octubre de 2012

"1 de Septiembre". Fit Cazorla 2012


El fruto de la comedia
David Gómez Frías

Festival internacional de Teatro de Cazorla. 25 de octubre. Teatro de La Merced. “1 de septiembre” creado por Ery Nízar. Compañía Vil Teatro. Actores: Laura Vil  y José Vera. Voces en off: Francisco Pérez García y Sergio Cascales.  Dirección: Ery Nízar.

 La comedia resulta ser un género teatral atractivo para el público en general, llena salas y alimenta posteriores conversaciones que dejan al descubierto el estado anímico positivo que genera la risa en el contacto directo. Sin embargo el éxito nace de la maestría con la que una historia es llevada al virtuosismo cómico con el que se disfrazan las penurias y las alegrías, lágrimas o carcajadas, la seriedad y el ridículo y otros tantos aspectos vitales reconocidos a flor de piel. Y sin esa maestría capaz de mudarnos el bienestar trastocado de nuestro interior, cualquier espectáculo teatral resulta tedioso. La comedia “1 de septiembre”, en sus veinte primeros minutos, corre el riesgo de llevar la atención del espectador a un espacio teatral cercano al aburrimiento, quizá porque el riesgo primero se corre al presuponer que cualquier obra de teatro que se publicita como comedia ha de mostrarse como un incesante riachuelo de chistes previsibles y esperados. No, 1 de septiembre no es ese tipo de comedia. Cierto es que sus veinte primeros minutos juegan en su contra por su lentitud y falta de gracia, pero no es menos cierto que termina resultando una obra simpática capaz del objetivo que persigue. Su argumento viene a reflejar un ejemplo cotidiano de la relación humana con el trabajo en el regreso de las vacaciones veraniegas. Una relación llevada al extremo, desde la que se dibujan comportamientos dispares en el entorno laboral y su proyección social. Un argumento, en definitiva, como otro cualquiera para pretender la  risa. Lo que si tiene el montaje de Vil Teatro es un sobresaliente trabajo actoral por el que merece la pena perderse algún que otro chiste mientras se pone atención a la exposición de los personajes. Laura Vil y José Vera obtienen la mejor nota y son en sí mismos el valor positivo de la obra. De su trabajo se deduce la pasión por el teatro, una pasión que salva en más de una escena el carácter cómico del texto. De su trabajo surgen risas ocultas que obligan al público a mantener al máximo su atención con el propósito de no dejar pasar por alto la definición cómica del argumento. De su trabajo se extrae el convencimiento de que merece la pena aguantar hasta el final no por el chiste, que puede hacer más o menos gracia, sino por placer de asistir al buen papel de los actores. Cualquiera podría decir que actores y personajes son una misma cosa, siendo difícil la distinción entre unos y otros. Ellos, los actores son el principal atractivo de la obra aunque no el único. Otro de los aciertos llega de la mano de los versos gaseados de Lorca o de los homenajes, versionados con acierto, a los maestros del humor de los últimos treinta años: Gila, Tip y Col, Martes y Trece, Morancos, Chiquito de la Calzada se muestran razonablemente expuestos y frescos en la actuación de la señorita Soldestavilla y el señorito Aparicio. El propósito de la comedia no siempre debe justificar el chiste fácil, lo cómico surge también de la atención inteligente del público que asiste y en el volumen de su aplauso una compañía teatral reconoce alcanzado o no su objetivo, lo demás no dejan de ser opiniones personales como ésta.              

No hay comentarios:

Publicar un comentario