Tú
eres esta luz, todavía en silencio,
que
vierte el espacio encendido por el que estás creciendo
sobre
el perfume de ser fuente,
profunda
y desgarrada,
líquido
mutando de un instante futuro a lo cierto.
Tu
contorno amenaza el movimiento
de este
soldado en peligro de extinción.
Y yo
tiemblo, si supieses como tiemblo
mientras
leo las sombras mortales de esta luz en tu ropa
y,
horizontal, propongo la brutal caricia
como
inicio dulce del combate.
Tiemblo.
Eres esta luz
y aún
tiemblo.
Me
rindes con un beso.
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