Inocencias interesadas
David Gómez Frías
Marco: Festival Internacional de Teatro de Cazorla. Ciclo: Sala. Fecha: 4 de
noviembre. Escenario: Teatro de La
Merced. Obra: “Ninette y un señor de
Murcia”. Reparto: Natalia Sánchez,
Julieta Serrano, Jorge Basanta, Joaquín Kremel, Javier Mora. Dirección: César Oliva. Autor: Miguel Mihura. Compañía: La Ruta.
Un éxito teatral nos llega
alumbrado, habitualmente, por el nombre de su autor, si el montaje se ciñe a un
texto ya señalado por el paso del tiempo. Otras veces, sobre unas ideas
generales, una compañía con experiencia es capaz de exponer un producto final
que reciba el mejor aplauso posible por parte del público. También sucede que
la compañía que produce elige un texto marcado por el tiempo, selecciona,
asimismo, un reparto de actores de enorme valía teatral y se garantiza así un
nuevo éxito sobre lo acumulado. Esto último es lo que hace La Ruta con su
puesta en escena de “Ninette y un señor de Murcia”. Esta obra, versionada una y
otra vez para el teatro, sin mostrar rechazo frente al cine o la televisión,
encuentra su fuerza en el equipo humano que la desarrolla sobre el escenario. Lo
sabe bien César Oliva quien, con una dirección de maestro, logra agrandar el
peso teatral del texto de Mihura. Lo sabe el reparto que encarna esta versión,
que logra con su buen oficio teatral llevar el espectáculo al grado de
satisfacción.
De la obra podemos alabar su línea cómica permanente. De su
argumento no hemos descubierto nada nuevo, puesto que sigue amparando a un buen
señor provinciano que decide viajar a París para disfrutar de unos días
culturales, gastronómicos y, con la pretensión de que se tercie, sexuales. En
París conoce a Ninette, una preciosa muchacha que pone fin a las intenciones
culturales y gastronómicas, limitando el viaje parisino de Andrés (nuestro
protagonista masculino) a un encierro casi forzado por la atracción sexual
entre ambos. El calor a este argumento cómico lo pone, sin lugar a dudas, el
valor de su reparto. Entrañable Julieta Serrano (Bernarda) quien a término
recibiría el XX Premio Ciudad de Cazorla de Teatro a toda su trayectoria,
deliciosa y manipuladora Natalia Sánchez (Ninette), enormes Jorge Basanta y
Javier Mora (Andrés y Armando) y siempre un deleite el hacer teatral de Joaquín
Kremel (Pedro). Todos en su conjunto aliñaron La Merced con el ingrediente que
hace de cualquier escenario un recinto sagrado para esto del teatro: la pasión.
Por lo demás esta “Ninette y un señor de Murcia” no tiene mayor adorno, no
necesita mayor adorno. Buen texto, buena dirección y grandes actores, que lo
son por convencimiento y trabajo antes que por su nombre, porque todo lo demás
en el montaje (escenografía fija pero acertada, atrezo suficiente e iluminación
precisa) está pensado para acompañar sin estorbo el fuerte magnetismo de cada
uno de sus personajes.
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