Teatro en Cazorla
“La vida es juego”
Vivir y amar el teatro
David Gómez Frías
Marco: Festival de Teatro de Cazorla. Ciclo: Teatrino. Fecha: 5 de noviembre de 2024. Escenario: Teatro de La Merced. Obra: “La vida es juego”. Reparto: Marta Hurtado, Gemma Viguera, Juan Berzal, Juam Monedero y Jorge Padín. Dirección: Juan Berzal. Producción: Ultramarinos de Lucas.
El teatro debe recibir pasión por
quien lo lleva a su esencia, así como una actitud de disfrute y aprendizaje por
parte del público que se acerca al lugar sagrado de la escena. Vivir la
experiencia teatral nos lleva a una inmersión cultural sobresaliente que
precisa de un largo recorrido de retroalimentación entre todos los ingredientes
del hecho escénico. Este largo recorrido debe iniciarse en la absorbente
infancia, valorando la necesidad de sacrificios pequeños con el propósito de
equilibrar nuestro mejor equipaje vital. De ahí que una mente infantil que
acude al teatro y disfruta de un enriquecedor espectáculo, se convierte en un
terreno de cultivo para el desarrollo de la crítica basada en criterios
adquiridos por la experiencia. Puesto que el teatro es, sobre todo, una
experiencia con la literatura viva, acudir a su encuentro supone poner en valor
nuestro crecimiento cultural. El producto ofrecido debe ser, por sí mismo,
excelente en su conjunto o en distintas variables capaces de honrar este viejo
oficio de la representación. En Ultramarinos de Lucas lo saben y actúan en
consecuencia, lo hacen además teniendo presente que su trabajo abarca todas las
edades posibles. Su producto, La vida es juego, es un dulce canto dirigido a
cualquier edad y público. Actores y actrices, teniendo presente la condición de
ser niño en todas las edades, dejan correr su amor por el teatro hacia la
delgada locura que supone ser un público que aprende. Esta obra es, además, una
recreación que incita, provoca y muestra nuestras obras versificadas del siglo
de oro español. Miguel de Cervantes, Calderón, Lope de Vega y Lope de Rueda,
son los autores escogidos para deslizar la palabra y la interpretación por el
Retablo de las maravillas, La vida es sueño, Loa del comediante o La tierra de
Jauja. Todo enlazado en el resquicio de la memoria que se niega a olvidar la
sensacional riqueza de quinientos años de historia en las páginas de ese género
literario del teatro. Locura, memoria, pasión, poesía, arte, ensimismamiento,
encanto, alabanza en sí del arte escénico, en un conjunto delicado que
justifica esa razón que le damos al caprichoso juego de la interpretación. Que
la vida es juego no hay duda, es también sueño y es una maravilla descubrir lo
extraordinario a través del teatro. La vida es un escenario inmenso en el que
se otorgan notas de honor a trabajos como este. No cabe discusión cuando se
alza el telón para dar un significado puro al hecho en sí del ejercicio
teatral. Ultramarinos de Lucas llevan el juego de la vida al escenario. Esta
obra 'La vida es juego' no tiene edad y se muestra como una razón poderosa que
nos recuerda por qué amamos el teatro, por qué nos empeñamos en acudir a la
sala oscura para descubrir la luz sobre el escenario.
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