sábado, 28 de octubre de 2023

El sonido oculto-Teatro en Cazorla

 



 “El sonido oculto”

David Gómez Frías 

Marco: Festival de Teatro de Cazorla. Ciclo: Sala. Fecha: 27 de octubre de 2023. Escenario: Teatro de La Merced. Obra: “El sonido oculto”. Actores: Toni Acosta, Omar Ayuso. Autor: Adam Rapp. Versión y Dirección: Juan Carlos Rubio. Producción: Txalo Producciones.

Si la idea es ganar un Premio Pulitzer no podemos infravalorar la literatura en su valor más elevado. Si la idea es hacer una obra de teatro de un texto finalista de un Premio Pulitzer, podemos entender que la literatura dramatizada será de gran calidad, pudiendo cometer el error en el ejercicio de dramatización, con su puesta en escena, de no alcanzar el valor de interpretación que se requiere, dando así un golpe mortal a la misma literatura. Afortunadamente, en muy contadas ocasiones sucede que la literatura narrativa, contada a modo de literatura escénica, se lame sus propias heridas una vez llevada frente al tribunal público. No es el caso de la adaptación de “El sonido oculto”, traída a Cazorla bajo la dirección de Juan Carlos Rubio, con la interpretación de Toni Acosta y Omar Ayuso. De inicio, un monólogo narrativo, utilizado a modo de introducción necesaria para que el espectador llegue a posicionarse en la historia, desvela un texto fluido, una literatura alta, de calidad, capaz de captar la atención del espectador en las palabras que, dichas en una tercera persona que narra directamente o formadas en diálogos con alta carga psicológica de los personajes, por sí solas son la calidad literaria de “El sonido Oculto”. Puesto en valor el texto, encontramos una voz principal que narra en tercera persona e interviene en primera, llevando un peso sostenido y muy bien soportado, para dar juego al ejercicio propio del teatro: actuar e interactuar sobre el escenario y hacia el público. Esta labor de peso recae en Toni Acosta dando vida con una excelente interpretación, en los diálogos directos o sobre la tercera persona, a Julia Martín, profesora universitaria de escritura creativa. A su lado, asumiendo el papel de contrafuerte en los diálogos propuestos, Omar Ayuso, escondido en la piel de Hugo Barroso, enlaza con altura sobrada la exigencia de no debilitar el equilibrio bien medido del conjunto escénico. En “El sonido oculto” se habla de libros, de literatura, de genios literarios que son ejemplos universales. Se habla de la vida, de la enfermedad terminal, de las emociones que ocultan posibilidades remotas de un amor. Se habla del oficio de escribir para narrar vidas que deambulan en su propio tormento, para exponer almas que generan un amor asomado a los prejuicios que lo hacen imposible. Ese sonido oculto habla también de las imágenes literarias que lo dicen todo. Imágenes que identifican el vacío espiritual de los personajes, el vacío anímico, tan presente en el decorado de estantes deshabitados, sin libros, sin vida, un decorado que no espera la nieve callada porque lleva tiempo viéndola reposar sobre todas las cosas a modo de abandono, de posible muerte, de anunciada tragedia o repentino milagro. Porque un porcentaje diminuto de esperanza es una línea delgada que recompone o abandona las almas. He aquí el meollo argumental de esta obra: un alma en crecimiento, sobrada en prepotencia, pero realmente temerosa de su propio fracaso, y otra alma alejada de la esperanza, pero repleta de los conocimientos y las palabras que han dado vida a tantos personajes y a no menos finales en el extenso abanico de la literatura universal. Así, “El sonido oculto” ha sido un grito de teatro excelente, contenido en el alto valor de la literatura. 


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