sábado, 21 de octubre de 2023

El beso de la mujer araña-Teatro en Cazorla

 

Desde la butaca

“El beso de la mujer araña”

David Gómez Frías

 


Marco: Festival de Teatro de Cazorla. Ciclo: Sala. Fecha: 20 de octubre de 2023. Escenario: Teatro de La Merced. Obra: “El beso de la mujer araña”. Actores: Eusebio Poncela e Igor Yebra. Autor: Manuel Puig. Dirección: Carlota Ferrer.   Ayudante de Dirección: Manuel Tejera.

 

A Valentín no le gusta que Molina tararee boleros, a Molina le encanta sentir y expresar que los boleros son como la vida misma: sentidos, melodiosos, apasionados. A Molina lo que de verdad le gustan son las películas, sobre todo aquellas que son reflejo del interior femenino, de su interior femenino cada vez más expuesto y asimilado. Valentín es un revolucionario, un burgués renegado de sus orígenes, que sueña con cambiar el mundo entre sesiones de tortura. Molina tiene cuerpo de hombre y quiere vivir con el ritmo elegante de su alma de mujer. Valentín se niega a explorar su lado femenino. Y en el fondo, son dos personajes que pueden manifestar la lucha interior de un solo ser humano, preso en su propia prisión interior. Manuel Puig, autor de la novela “El beso de la mujer araña”, los sitúa encerrados en una prisión argentina en tiempos de represión, tiempos en los que los revolucionarios son perseguidos y torturados precisamente por enfrentarse a la represión y la tortura del poder sobre el pueblo. Mientras que los homosexuales son encerrados para sanar una incorrección, por el miedo a lo femenino que pueda haber en un hombre, porque la ignorancia deja para después, o para nunca, la necesidad de aceptar el lado femenino de cada hombre y viceversa. Valentín quiere seguir aprendiendo en la celda, a Molina le gustan las películas y tararea, de vez en cuando, algún bolero. Pero cuando llega la noche y se apaga la luz, aquel ya no puede leer y este gana terreno narrando las historias de cine que le han fascinado. La narración de uno y el miedo a la oscuridad de otro va desarrollando el argumento. Este es el hilo narrativo de aquella novela y de esta versión teatral: dos presos antagónicos que irán acercándose a medida que la convivencia se convierte en un descubrimiento personal. No es un error afirmar que esta versión pudiera ser la línea melódica de un bolero: una melodía lineal, aunque profunda y francamente expresiva. Al cabo, ni en Eusebio Poncela (Molina) ni en Igor Yebra (Valentín)encontraremos altibajos excesivos que rompa dicha apariencia lineal de la historia, pero es en ese tono contenido donde se logra encontrar el expositor emocional de los personajes, tanto desde su punto de vista individual como desde aquel que nos dicta la firme convicción de que su vida temporal en común provocará (lo hace en presente durante la función) un cambio interior capaz de enriquecer sentimentalmente a ambos. Esta es la fuerza de la versión traída a Cazorla de aquel “beso de la mujer araña” de Manuel Puig. Bajo la dirección de Carlota Ferrer, Poncela y Yebra consiguen enmarcar dos personajes en evolución, liberados de apretados corsés demasiadas veces autoimpuestos. Poncela, con su voz peculiar, enmarcó un ejemplo de lo que debe llegar a ser un gran actor: aquel que, en la duración de la obra, permite que el personaje viva y desplace al actor, que volverá a la vida cuando llegue el aplauso final. Yebra debe permitirse doblegar la entonación de su voz en directo para que su personaje parezca y aparezca más cálido y cercano. Al fin y al cabo, todo es un ejercicio de liberación, incluido el beso que ha de justificar el significado de la extendida y emocional tela de araña, tanto como la liberación de la omnipresente amenaza de la pantera interior.   

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