miércoles, 21 de noviembre de 2012

"Peneque el Valiente". FIT Cazorla 2012


El aliento de las marionetas
David Gómez Frías

Marco: Festival Internacional de Teatro de Cazorla. Ciclo: Teatrino. Fecha: 7 de noviembre. Escenario: Teatro de La Merced. Obra: “Peneque el Valiente”. Compañía: Miguel Pino. Actor: Miguel Pino. Personajes: profesor, rey, pirata, dragón, princesa y Peneque. Dirección: Miguel Pino.

Peneque el Valiente nos presenta una historia sencilla, un argumento facilón y acostumbrado en las representaciones de marionetas. Un castillo con su despistado rey, una princesa bobalicona, un malo pirata con una mascota draconiana que da miedo, un profesor chiflado y un héroe valiente con su garrote y su pasión por el mamporrazo para solucionar los problemas. Y con estos personajes está servido: un pirata malvado rapta a la princesa bobalicona, encerrándola en la bodega de su barco mientras su padre, el despistado rey, reúne el rescate solicitado e implora la ayuda del héroe más aclamado del reino. Peneque es el encargado de rescatar a la princesa y de repartir los golpes merecidos al pirata Caratuerta, que así se llama el malo, y a su temido dragón verde. Y, para no romper con la costumbre de casi todos los teatros de marionetas, los buenos siempre ganan y los malos acaban molidos a palos. Nada extraordinario en la historia, al contrario, clama al cielo por su sencillez y su pobreza. Entonces, cabe preguntarse de donde viene el éxito que, una función tras otra, cosechan estos personajillos casi de trapo. De donde surge la magia con la que se llega a conquistar el ánimo y la voz en grito de una chiquillería volcada en la participación. Quizá ahí esté la respuesta, en el reclamo a la participación, en la llamada que se hace a los infantiles para formar parte de algo de lo que, ingenuamente, se les hace creer que forman parte. Esa parte, trabajada, manipulada con toda su intención resulta ser la fuente de donde mana el éxito de un teatro de marionetas. Cuando se descubre el secreto que lleva a la compenetración, interrelación entre el público (los niños y niñas en este caso) y los actores (las marionetas que nos ocupan) el éxito se garantiza. No importa el argumento, la reacción infantil y visceral lleva a exposiciones primarias de aceptación del bueno y rechazo del malo. Así de sencillo. Este es el valor de una marioneta como Peneque valiente y repartidora de justicia. Semejante en resultados al héroe popular y televisivo “El Tío de la Vara”, tal vez por el método de persuasión que emplea una y otra vez hasta lograr su objetivo. Peneque es una marioneta sencilla, con cuerpo vacío y de tela, con una cabeza exagerada en volumen y rasgos faciales, como todas las marionetas, y vive una historia aún más sencilla, pero el palpitar de su corazón lo empuja el aliento que surge del torrente infantil que responde a su reclamo.  

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