domingo, 30 de octubre de 2016

El cabaret de los hombres perdidos-La Querente Producciones



Destino y posibilidad
David Gómez Frías

Marco: Festival Internacional de Teatro de Cazorla. Ciclo: Sala. Fecha: 21 de octubre. Escenario: Teatro de La Merced. Obra: “El cabaret de los hombres perdidos”. Reparto: Jorge Poelas, Armando Pita, Ferrán González, Cayetano Fernández. Dirección: Víctor Conde. Música: Patrick Labiosa. Compañía: La Querente Producciones.


El título de la obra, la sinopsis con la que se presenta en el programa mismo del festival, su reparto cien por cien masculino, hacía presagiar un espectáculo transgresor, incómodo para públicos no habituados a los límites externos del teatro. Pero nada más lejos de la realidad. “El cabaret de los hombres perdidos” presenta un musical alejado de lo convencional, porque su argumento, centrado en la posibilidad de un futuro vital inmerso en la transgresión, traza una línea soslayada en la narración del mismo. A saber: un joven, que está recibiendo una paliza confundido con un homosexual, se refugia en un viejo bar-cabaret donde es atendido por tres pintorescos individuos. Allí, el personaje llamado Destino ofrece al intruso la posibilidad de vivir una vida de lujos, invitándole a entrar en el mundo del porno gay. No hay más alternativa que posibilite el libre albedrío de quien ha de elegir, y sobre esta primera línea futurible se desarrolla una historia que lleva a su protagonista de ser un don nadie a tocar el cielo del éxito, para volver a la miseria. Dan vida a este argumento cuatro actores excelentemente equilibrados en su quehacer escénico y musical, dotados de maravillosos timbres de voz. La unión de ambos recursos deja sobre el escenario un trabajo de conjunto que sorprende y agrada.
El texto presentado y la dirección mostrada no se recrean en lo soez e incómodo, porque aquel no evita lo cómico en un relato que pudiera resultar desgarrado, ni ésta se distrae en vilezas que pudieran provocar el rechazo del espectador. Por el contrario, lo inocente sigue vistiendo transparencias de ternura, lo bajo y grosero se maquilla con acertados dardos cómicos, el amor lo es con todos sus matices y lo femenino no disimula su delicadeza, a pesar del molde masculino que lo apresa. Este musical es un ejercicio teatral de alto rango capaz de embelesar tanto por su elenco como por su dirección, embaucador en sus paréntesis musicales donde se muestra como un acierto el piano y su intérprete en directo, con cuatro voces distintas, pero de igualable calidad, capaces de ofrecer calor a letras que describen desde lo amoroso a lo más trivial. Con todo, “El cabaret de los hombres perdidos” es un lugar oscuro en el que sobreviven, enfrentados, la esperanza contra el juego caprichoso del destino, a sabiendas de que éste propone la imposición frente a la posibilidad del libre albedrío. Es un juego de seres automarginados capaces de interpretar los designios del amor según las marcas tatuadas que se graban en su piel, en su alma. 


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